miércoles, 21 de septiembre de 2011

Filosofía, Cultura y Sociedad

La educación ordena diversas cualidades: perfecciona al hombre. Lo
acaba, o lo cumple; siendo la educación el proceso de
perfeccionamiento del sujeto y mientras exista este proceso habrá
educación, por lo que se dice que hay educación porque hay
perfectibilidad, esta perfectibilidad exige realización. La educación
es una variante del desarrollo lógico de la idea de que el hombre es
contingente, imperfecto, inacabado y que por lo tanto debe
completarse, acabarse. La educación es un acabamiento, por lo que la
educación no debe ser sólo de un tipo pues se requiere de cada uno de
los momentos por los que ha pasado la educación para hacer con ellos
una educación integral, no solamente liberal, o social ni aristócrata,
ni demócrata, así como idealista, o realista, ni de tradición y mucho
menos modernista.

Así la educación es igual a desarrollo del hombre, es de su esencia,
es de su naturaleza, y toda la educación dependerá de lo que se
entiende por naturaleza humana.

Así se tiene que si la educación es liberal, su base es
individualista, supone libertad ante todo, neutralidad, no
interferencia, soluciones dejadas al azar o al tiempo, supone que
todo, aún lo no previsto se equilibra por sí, sucede, o sea
racionalmente, por lo que no hay valores o principios básicos , pues
el único valor es la libertad. La realidad social es racional, las
fuerzas se oponen y equilibran mutuamente porque hay razón
organizadora de los hechos de ahí la libre competencia, el desarrollo
natural de formas y técnicas más complejas, el progreso como inmanente
a la vida humana. Pero lo que se tiene con este modelo es una sociedad
de competencia en la que los valores no existen. Así se tiene que la
competencia libre y el ajuste individual son características del
modelo liberal de la educación.

La educación debe dar a los individuos un interés personal en las
relaciones sociales, la posibilidad de participación en los intereses
de la sociedad, en condiciones iguales, la posibilidad de compartir
intereses comunes sólo está dada por la igualdad de oportunidad, para
tener un gran número de valores en común, todos los miembros del grupo
deben poseer una oportunidad equitativa para recibir y tomar de los
demás; ha de brindar la máxima posibilidad de participación y el mayor
número de interese ya que no hay individuos predeterminados para
cierto sector de intereses, pero precisamente como existe una
diversidad de interese personales, es difícil que la educación sea
meramente social.

A la educación le atañe la formación y el bienestar de las personas y
de manera explícita, busca el desarrollo integral del individuo para
un ejercicio pleno de las capacidades humanas. Para conseguir este fin
se necesitan sólidos cimientos sobre los cuales basar las decisiones y
comportamientos, de modo que éstos correspondan con los postulados
legales. Tales cimientos son los Valores y las Actitudes.

Los valores constituyen la base de las actitudes y las conductas
externas; son los cimientos de una educación encaminada a lograr un
desarrollo humano integral que busca formar al hombre y preparar al
profesionista, pero además se necesita desarrollar y profundizar una
serie de valores y actitudes que permitan a este profesionista normar
un criterio sobre los problemas del mundo actual a fin de que pueda
participar de manera coherente y propositiva en su solución.

A manera de conclusión se puede decir que la educación es el proceso o
conjunto de actos, por los que un grupo social o institución se
constituye en un ambiente suscitador de experiencias en los sujetos,
quienes al liberar tendencias activas o potencialidades, las
transforman en disposiciones de conducta y se convierten en miembros,
según el modelo de valores, de esa sociedad o institución, es por eso
que independientemente del momento por el cual pase la educación se
requiere que esta sea integral, que tome del modelo liberal la
intelección y el desarrollo reflexivo, del modelo social, considere la
lucha de clases, pero sobre todo que considere los valores de
tolerancia, respeto, dignidad y honestidad base primordial de
cualquier modelo educativo.

Referencias:

Branden, Nathaniel; El respeto hacia uno mismo, Barcelona, 1990,
Paidós
Cirigliano, Gustavo, Filosofía de la Educación, Buenos Aires,
editorial Humanitas
García, Salord, Susana, Normas y valores en el Salón de clases, México
1992 FCE

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